INDUSTRIA TEXTIL

Según la ONU, el sector de la moda es una de las industrias más contaminantes y con mayor impacto ambiental. Esto se debe principalmente a la denominada ‘fast fashion’ o producción masiva de ropa, sujeta a tendencias periódicas, que provoca una renovación constante de las prendas antes incluso de que el consumidor las demande.

Esta producción de ropa genera miles de toneladas de emisiones de CO2 y requiere una cantidad excesiva de agua y productos químicos. Además, la globalización y el comercio electrónico han favorecido que se multipliquen las emisiones asociadas al transporte y la distribución de la ropa en domicilios y locales.

En este apartado, es fundamental la concienciación social y el fomento de un consumo responsable. Aunque la industria debe apostar por modelos de producción sostenibles y el uso de fibras naturales y ecológicas, manufacturando en talleres de proximidad; los consumidores son quiénes realmente pueden contribuir y dirigir el sector hacia un modelo sostenible. Reparar calzado, remendar ropa, comprar prendas fabricadas con materiales duraderos y ecológicos o fomentar los mercados de ropa de segunda mano, son algunas de las soluciones para implementar un modelo circular en el sector.